Dicen que lo barato cuesta caro. Por eso, intentar ahorrar dinero en algo que vemos innecesario a la larga puede salirnos más costoso, como es el caso de comprar una máquina de electrofusión sin un raspatubos para complementarla.
Cuando un cliente va a adquirir una máquina de electrofusión, se aconseja comprar a la par un raspatubos. Y aunque este accesorio no es 100% necesario porque las máquinas vienen con un raspador integrado, sin duda alguna aumentará la eficiencia y mejorará los resultados.
De hecho, hasta hace poco los clientes rechazaban inmediatamente la idea de comprar el accesorio para ahorrar en gastos. Pero desde que se comenzaron a hacer demostraciones sobre su funcionalidad, las ventas del mismo aumentaron. En 5 demostraciones se lograron vender 10 raspatubos.
¿Qué es un raspatubos y cuál es su función?
También llamado raspador de tubos, es un accesorio que se utiliza para la “limpieza” del tubo previo a la inserción con la copla. Es un instrumento que permite remover los excesos o corregir las imperfecciones del tubo para asegurarse de que este tenga una forma regular.
Esto se realiza a través de un “raspado”, como su nombre lo indica. Y es uno de los pasos necesarios para que la soldadura sea resistente y se pueda garantizar un mejor resultado.
Hay de muchos tipos que varían de acuerdo a diferentes aspectos. Por ejemplo, el modelo más recomendable para los trabajos que suelen realizarse en Santiago de Chile es el PS180, que puede raspar hasta 200mm de tubo.
¿Qué consecuencias se pueden encontrar al no usar el raspatubos?
Como ya habíamos mencionado, las máquinas de electrofusión traen consigo un raspador gratuito. Este accesorio puede hacer la función de los raspatubos profesionales, pero únicamente de manera manual.
Al realizar este trabajo manualmente, no se puede garantizar que el efecto vaya a ser preciso. Podría quedar irregular y con el tiempo ocasionar inconvenientes en la soldadura. Aun cuando el operador haga el trabajo lo más detalladamente posible.
Por esa razón, utilizar un raspatubos es necesario para garantizar un resultado perfecto. No solo ayudará a que el tubo tenga la forma correcta, sino que puede evadir gastos innecesarios en el futuro.