Uno de los grandes temores de todas las empresas constructoras es la visita sorpresiva del Inspector Técnico de Obra. Apenas se anuncia su llegada, dejamos todo lo que estamos haciendo y surgen expresiones como:
- Uf, olvidé enviar a mantención la máquina.
- ¡No tengo la certificación!
- ¿Cómo demuestro que el equipo está operando bajo la norma adecuada?
¿Te suenan familiares algunas de estas expresiones?
Lo cierto es que cuando llega el tan temido Inspector Técnico de Obra, todo aquello que postergamos por falta de tiempo se vuelve urgente. Por ejemplo:
- Capacitaciones.
- Mantenciones.
- Compra de accesorios para el buen uso de la máquina soldadora, entre otros.
¿Por qué le temen?
Realiza visitas a obras en proceso para verificar el cumplimiento de las normas, métodos y técnicas de construcción, garantizando la óptima ejecución de los proyecto, implica tareas como:
- Levantamiento técnico de las áreas a modificar.
- Mediciones y cómputos métricos.
- Elaboración de cuadros demostrativos de avance y cierre de obras.
- Revisión y evaluación final de las obras.
- Registro de fallas, novedades y avances de obras.
- Pruebas selectivas de máquinas y herramientas.
- Verificación del cumplimiento de normas y procedimientos de seguridad.
El Inspector Técnico de Obra, aunque parece inofensivo, tiene un enorme poder: puede ordenar el cierre de los trabajos si lo estima conveniente hasta nuevo aviso.
¿Te imaginas los costos de detener una obra? Estos costos se suman al incumplimiento de los plazos acordados con el cliente, a quien tendremos que explicar la cancelación de los trabajos por alguna falta cometida bajo nuestra responsabilidad.
La receta es muy simple
La mayoría de las empresas comete el error de esperar a que llegue el Inspector Técnico de Obra para pedir las certificaciones necesarias. Si se preocupan de realizar todos los procesos a tiempo y de acuerdo a la normativa como una práctica permanente, entonces la visita de Juan será un agrado y no un dolor de cabeza.
Algunos tips:
- Realizar mantenciones anuales de los equipos: las máquinas soldadoras Ritmo de RPI vienen certificadas de fábrica. Sin embargo, cada 1.000 soldaduras pierden su certificación y deben revisarse para recuperarla (calentamiento parejo del plato calefactor, manómetro en buenas condiciones, etc.).
- Contar con reportes de soldadura que indiquen que los parámetros utilizados cumplen con la norma. Existen máquinas que entregan estos reportes o se puede instalar un accesorio para emitirlos.
- Dejar atrás técnicas artesanales que exponen a los trabajadores a más riesgos, como levantar tubos pesados con grúas o ganchos.
- Utilizar los accesorios correspondientes para cada máquina.
- Capacitar a los operadores antes del uso de cada máquina.
En RPI le ayudamos a que la visita del Inspector Técnico de Obras ya no sea una preocupación, orientándolo para profesionalizar los procesos de soldadura, realizando mantenciones periódicas de sus equipos, capacitando a sus operadores y mostrando todos los beneficios que puede obtener utilizando los accesorios de su máquina. Contáctenos a ventas@rpichile.cl